Aquì estoy,
Sentada frente a tí
despuès de tantos ayeres, de tantas charlas;
despuès de tanto esperar este momento.
¿ A què sabrán tus besos? me habia preguntado,
¿Cómo se sentiràn tus caricias?
Hablamos con la fluidez que caracteriza nuestros encuentros:
sin convencionalismos, sin rebuscar palabras
que son tu espacialidad y mi mayor distracción.
Hablamos como siempre de todo, menos de lo que
sentimos el uno por el otro; como ayer, como costumbre.
Pero aquì estamos, conteniendo por momentos la respiración,
descubriendo en nuestras miradas los secretos que nos contamos con los ojos.
Te sientas a mi lado y mi piel exige un roce con la tuya,
tus manos autònomas tocan mi brazo, o mi hombre o mi rodilla
disfrazando sus ansias con ademanes de plática.
En què nos quedamos?
Cuando?
Ayer.
Cuál de todos?
El que fué justo después de conocernos?
Ah sí, lo tengo presente aunque siempre lo tengo olvidado.
Salud.
Nuestras manos se enlazan y pareciese que se conocieran a la perfección
aunque nunca antes se habían acariciado.
Los latidos de nuestros corazones suenan como percusiones
ambientando nuestro encuentro.
¡Cuántas horas pasan para que hagamos el siguiente movimiento!
Pero, estamos acostumbrados a la espera:
Whisky, buena música, nuestra plática...
conociendo lo que ya conocíamos pero no sabiamos con certeza.
Apaguemos la luz, esta canción se escucha mejor en la obscuridad.
Qué dice?
Ella quiere comprar una escalera
Y qué mas?
No le entiendes? Sabes inglès.
Sí, pero no puedo ponerle atención.
Yo tampoco... escucha: ella quiere comprar una escalera... En qué nos quedamos?
Ahora estás a mi lado y tus brazos me rodean.
Què sigue? Apocalyptica y despuès Caifanes?
Un clásico, por los buenos tiempos.
Poso mi cabeza en tu hombro...
Cómo es que pudimos esperar tanto tiempo?
No lo sé.
Y tus labios se posan sobre los míos y mi cuerpo entero se estremece;
un beso, otro más.
El retrato en la pared de tu sala me recuerda algo...
Y aquì estamos, frente a frente después de tantos ayeres...
Llegó el momento;
ése que esperamos desde el intaste después de conocernos.
Nos llegó el momento, pero tarde.
( Tal vez el destino a veces se equivoca)
Sentada frente a tí
despuès de tantos ayeres, de tantas charlas;
despuès de tanto esperar este momento.
¿ A què sabrán tus besos? me habia preguntado,
¿Cómo se sentiràn tus caricias?
Hablamos con la fluidez que caracteriza nuestros encuentros:
sin convencionalismos, sin rebuscar palabras
que son tu espacialidad y mi mayor distracción.
Hablamos como siempre de todo, menos de lo que
sentimos el uno por el otro; como ayer, como costumbre.
Pero aquì estamos, conteniendo por momentos la respiración,
descubriendo en nuestras miradas los secretos que nos contamos con los ojos.
Te sientas a mi lado y mi piel exige un roce con la tuya,
tus manos autònomas tocan mi brazo, o mi hombre o mi rodilla
disfrazando sus ansias con ademanes de plática.
En què nos quedamos?
Cuando?
Ayer.
Cuál de todos?
El que fué justo después de conocernos?
Ah sí, lo tengo presente aunque siempre lo tengo olvidado.
Salud.
Nuestras manos se enlazan y pareciese que se conocieran a la perfección
aunque nunca antes se habían acariciado.
Los latidos de nuestros corazones suenan como percusiones
ambientando nuestro encuentro.
¡Cuántas horas pasan para que hagamos el siguiente movimiento!
Pero, estamos acostumbrados a la espera:
Whisky, buena música, nuestra plática...
conociendo lo que ya conocíamos pero no sabiamos con certeza.
Apaguemos la luz, esta canción se escucha mejor en la obscuridad.
Qué dice?
Ella quiere comprar una escalera
Y qué mas?
No le entiendes? Sabes inglès.
Sí, pero no puedo ponerle atención.
Yo tampoco... escucha: ella quiere comprar una escalera... En qué nos quedamos?
Ahora estás a mi lado y tus brazos me rodean.
Què sigue? Apocalyptica y despuès Caifanes?
Un clásico, por los buenos tiempos.
Poso mi cabeza en tu hombro...
Cómo es que pudimos esperar tanto tiempo?
No lo sé.
Y tus labios se posan sobre los míos y mi cuerpo entero se estremece;
un beso, otro más.
El retrato en la pared de tu sala me recuerda algo...
Y aquì estamos, frente a frente después de tantos ayeres...
Llegó el momento;
ése que esperamos desde el intaste después de conocernos.
Nos llegó el momento, pero tarde.
( Tal vez el destino a veces se equivoca)
WINTER
