Tener tu cuerpo cerca del mío
me hizo recordar los mapas de tu piel,
ésa que conozco a la perfección
con todas sus reacciones,
con sus respuestas a mis estímulos,
con su respuesta a mí.
Ambos buscamos un pretexto para ser sólo tu y yo
en este mundo infestado de amores
en que nosotros no tenemos cabida,
en el que la sociedad ha terminado por condenarnos
desde que nos exiliamos de sus modismos.
Algunas palabras,
una cita para juntar nuestros tiempos,
algún instrumento,
un lugar íntimo... no,
no aquél que liberábamos nuestros instintos.
Tenemos miedo, nos tememos.
Nuestros caminos nunca juntos debieron separarse,
ya no caminamos cerca el uno del otro, o no deberíamos
Pero somos el pecado que nos condena mutuamente.
Somos la tentación, la caricia, el fuego,
la hoguera penitenciaria de la pasión desbocada.
Y sabíamos lo que pasaría,
por eso no podíamos mirarnos a los ojos,
por eso no te sentaste a mi lado,
intentabas distraer tus manos para no tocarme,
intentaba distraer mis labios para no besarte.
Pero nos fundimos en un abrazo eterno por instantes,
tu fuego consumía mi fuego,
nuestros cuerpos autónomos respondían
a la proximidad de su hogar
tuyo lo mío y mío lo tuyo.
Este miedo a no poder dejarnos jamás
aunque nunca nos hayamos tenido nos consume.
Un beso... otro mas,
Y cerramos los grilletes a nuestra libertad
¿Nos volveremos a ver? Seguro!
Cuando venzamos el miedo a lo que nos une ó cuando podamos vernos a los ojos sin importarnos nada màs.
me hizo recordar los mapas de tu piel,
ésa que conozco a la perfección
con todas sus reacciones,
con sus respuestas a mis estímulos,
con su respuesta a mí.
Ambos buscamos un pretexto para ser sólo tu y yo
en este mundo infestado de amores
en que nosotros no tenemos cabida,
en el que la sociedad ha terminado por condenarnos
desde que nos exiliamos de sus modismos.
Algunas palabras,
una cita para juntar nuestros tiempos,
algún instrumento,
un lugar íntimo... no,
no aquél que liberábamos nuestros instintos.
Tenemos miedo, nos tememos.
Nuestros caminos nunca juntos debieron separarse,
ya no caminamos cerca el uno del otro, o no deberíamos
Pero somos el pecado que nos condena mutuamente.
Somos la tentación, la caricia, el fuego,
la hoguera penitenciaria de la pasión desbocada.
Y sabíamos lo que pasaría,
por eso no podíamos mirarnos a los ojos,
por eso no te sentaste a mi lado,
intentabas distraer tus manos para no tocarme,
intentaba distraer mis labios para no besarte.
Pero nos fundimos en un abrazo eterno por instantes,
tu fuego consumía mi fuego,
nuestros cuerpos autónomos respondían
a la proximidad de su hogar
tuyo lo mío y mío lo tuyo.
Este miedo a no poder dejarnos jamás
aunque nunca nos hayamos tenido nos consume.
Un beso... otro mas,
Y cerramos los grilletes a nuestra libertad
¿Nos volveremos a ver? Seguro!
Cuando venzamos el miedo a lo que nos une ó cuando podamos vernos a los ojos sin importarnos nada màs.
Winter.
4 comments:
Esos vicios son evidentes cuando no dejamos que estos nos dejen "libres" no se si es lo que estoy pensando, saludos!!!
tenia dias , pasando , y pasando y pasando..
winter donde esta winter?
como le hago?
y hoy , se apagaron las ansias, con estas lineas tan llenas, de winter ..
sabias que eres una de mis favoritas?
aveces estoy como chiqulla esperando noticias de su artista favorito..
Es algo que ya te habia comentado, Ave fenix... pero bueno, cosas que pasan- Estoy leyendo tu libro ;)
Mina:
Me halagas y me ruboriza jejje porque... pues... ah no sè, siempre escribo lo mismo jeje. Por cierto he pasado por tu blog, he visto tus post y fotos, solo que no he podido postear.
Gracias
saludos :D
hola
eres winter la de laguna no?
por aqui andamos leyendote
sigue visitandome por fa
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