No,
porque confiar en tì es siempre apostar al perdedor.
¿Cuàntas làgrimas màs quieres sangrarle a mi cansado corazòn?
Èstas que ves no son de amor... son por decepciòn.
No,
porque cada vez que creo en tì me demuestras que no lo vales,
ni en lo simple ni en lo importante.
Sòlo usas tu careta de amigo fiel cuando tienes espectadores que lo avalen.
No,
porque no das amor, no das amistad pero eres en todo demandante,
porque haces que parezcan chicos los esfuerzos
y nos dividen abismos cada vez màs grandes.
No,
porque ya no tengo nada mas que darte
porque ya te he dado todo,
me dejaste vacìa...
No,
no puedo volver a aceptarte.
Còmo es que debo perdonar setenta veces siete si cada vez vuelves a engañarme... còmo podrìas ser mi amigo, si al sincerarte me haces ver que las bases de nuestra amistad eran mentiras, y al querer comenzar, otra vez, me dices tus mentiras como verdades?
Sabes cuànto duele sacarte de mi vida?
Quizà, quizà... en estos casos es en donde la religiòn nos dificulta tomar decisiones... Hasta cuando debemos perdonar? sabemos que ser sumisos no es ser sus mensos, pero en donde termina la bodad?
Ten por seguro que en mi no tendràs a una enemiga,
y quizà... con el tiempo
quizà....
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