Te invito a que nos perdamos en la nada.
recorramos juntos el camino al olvido,
así cuando éste se bifurque...
seguiremos cada uno por su lado
sin inmutarnos siquiera por los momentos que hemos vivido.
Te invito a que nos perdamos en la nada
tomados de la mano comencemos nuestro olvido,
verás como después se hace pesado sostenernos
y entonces ya por fin,
ni el llanto ni la costumbre se interpondran
obligándonos a que aún con dolor, permanezcamos unidos.
Vamos, siempre es más fácil el esfuerzo unido.
ni tú me llamas, ni yo te hablo
el silencio se volverá nuestro amigo.
sin notarlo dejaremos de necesitarnos y entonces...
habremos llegado a nuestro destino.
Te invito a que nos perdamos en la nada...
sin miedos, sin recelo
sin dolor por el amor perdido.
caminemos firmes sin volver la cara
y quizá, algún día, nuestros caminos vuelvan a estar unidos.
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