Automáticamente, luego del largo relato de mi compañera y de la estrujada de corazón al ver sus lágrimas, me puse a analizar mi lista de los "Yo nunca..." y me dí cuenta de que muchos de ellos ya habían pasado a la historia /por eso dicen que nunca hay que decir nunca/. Estará bien en algunos casos porque me he permitido vivir y experimentar, pues de eso se trata la vida, de vivirla. Pero definitivamente hay algunas otras que debieron permanecer en el NUNCA, por ejemplo, nunca me voy a dejarme de... y lo hice. Y es por eso que comprendo, porque son situaciones dañinas (aunque sea psicológicamente) en las que uno va cayendo poco a poco, sin darse cuenta, hata que ya no se sabe cómo salir. El problema es que uno va recibiendo señales de advertencia, pero las deja pasar, una tras otra... hasta que se dejan de percibir pues ya se está acostumbrado a eso... y entonces ¿qué se hace?
Decía mi compañera... "Le dije que queria cortar todo lazo con él y le saqué todas sus cosas... sé que si regresa lo voy a aceptar, pero que sepa que ya me tiene harta..." ¿de qué se trata esto? del amor que uno siente o cree sentir? Yo no lo creo, estoy convencida de que el amor de pareja se debe retroalimentar, no puede sobrevivir sin que las dos partes aporten, no creo en el dar sin esperar NADA a cambio, no en las parejas, ¿entonces? Es costumbre, miedo a quedarse sin nadie, miedo al qué dirán, miedo a no sobreponerse... un yugo psicológico del cuál es difícil liberarse.
Y es que si analizamos cada caso de sometimiento o de maltrato, cualquiera que sea el grado, seguro encontraremos que las "víctimas" dejaron pasar muchos pequeños detalles que la fueron acostumbrando a no recibir nada, a callar los sentimientos, a "aguantar". Fué preparando el terreno para que se cometiera cualquiera que fuera la intención del "victimario", fortaleciendo con cada "perdón" su fuerza y disminuyendo la de ella, restándose credibilidad, valor... porque si lo que le hacen pasa tan seguido, quizá sea lo que se merzca ¿no? Y eso me lleva a otra conclusión: El perdón no se basa en el olvido. Perdonar no se trata de olvidar sino de recordar sin rencor, sanar la herida que se nos haya provocado, especialmente espiritual o psicológicamente hablando. Si al perdonar olvidamos, entonces permitiremos que nos vuelvan a hacer lo mismo vez tras vez, porque cada una de ellas será "la primera" . En cambio cuando perdonas sanando tu interior, las señales de alarma no desaparecen, puedes ser tolerante, volver a amar, pero no te permitirás pasar por alto el mismo error. No sin provocar una consecuencia, que dicho sea de paso, depende de la inteligencia y/o astucia de cada quien cuál sea.
Sí.. todo lo voy comprendiendo poco a poco, lo que aún no logro descifrar es cómo hacer sonar la alarma interior que nos obligue a dejar las situaciones dañinas, sea cual sea el origen. ¿Qué acaso siempre se tiene que tocar fondo? Y esto, creo, no lo debe contestar alguien que jamás se ha enfrentado a algo así... sino alguien que haya salido ya de esto. Porque, como los reflejos que puedas tener ante una situación de peligro, que nunca sabes cómo van a ser hasta que necesitas de ellos, así tu respuesta ante una situación similar de abuso, cualquiera que sea el nivel en que se dé y quien sea que lo ejecute, no sabes como reaccionarás porque, como suele suceder, la teoría no siempre se respeta en la práctica.
Y No, no es fácil insisto, sino no habria tantas mujeres sufriendo ( me refiero, aclarando a mujeres por mi compañera y los recuerdos propios que aunque distintos, son similares... ja, pero sé perfectamente que también los hombres son objeto de abusos y de problemas psicológicos, morales, sentimentales, etc).
NO es facil... pero también voy comprendiendo, a base de dolor y mucho esfuerzo, que tampoco es imposible.
Y es verdad que la costumbre, es más fuerte que el amor.....
1 comment:
puufff.. esos benditos yo nunca..
já..
pero una crece y aprende..
con dolo, pero aprende..
nunca te conformes..
.. me repito.
saludos.
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