Una casa vacía, tú esperando en el garaje.
Un encuentro furtivo, otro mas...
Esta vez sólo comentaríamos lo sucedido.
Las calles desiertas...
Llego y desde mi auto puedo ver tu ansiedad.
Mientras desciendo intento programarme
Y ocultar mi sonrisa de nervios, de complicidad
De alegría por verte de nuevo... y de malicia.
Un abrazo, un beso de amigos y entramos.
Charla sin sentido, preguntas repetidas,
Respuestas equivocadas.
Deseo provocarte y ver el reflejo en tus ojos,
Te veo fijamente..
Un abrazo “de esos” y puedo sentir
Como tiembla tu cuerpo,
Puedo sentir tu corazón latir desbocado
Y yo, con mis ganas de poseerte.
Tus manos me tocan buscando consentimiento.
Me alejo para incrementar las ansias,
Sé bien las respuestas de tu cuerpo.
Tomados de la mano
Subimos a nuestro rincón favorito
Como si nos dispusiéramos a subir al paraíso.
Tan sólo una cama y la luz de la luna
Testigos mudos de nuestro encuentro.
Frente a frente no existe nada mas que nosotros
El hoy, el instante... no importa qué pase después.
Un beso... y se enciende el fuego.
Miradas, caricias, susurros,
Mordiscos y la respiración cada vez más agitada.
Nos hacemos uno y estallamos de pasión.
Siento tu cuerpo sobre el mío aún jadeante
Y nos perdemos en el país de los sueños.
Yo, adorando el silencio.
Tú, hablando hasta que se seca tu garganta,
Paz...
Vemos el reloj y nos apresuramos a partir
Cuidándonos de los ojos espías,
Tú por tu camino, yo por le mío.
Y volvemos a ser esos amantes ansiosos
Mostrándonos indiferentes ante los demás
pero en espera de que la luna vuelva a ser
nuestro cobijo.